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Los contadores frente a la transformación digital

Publicado el 5/08/21

Los inicios de semestre son los momentos del año que destino a la búsqueda de nuevos caminos y alternativas para tratar de hacer que los estudiantes (mis alumnos) se imaginen como profesionales corriéndolos un poco del rol y de la idea que se hace el público en general cuando piensa en un contador (estructurados, aburridos, encasillados, tapados de papeles, sólo piensan en números), así como también de la idea que pueden haberse hecho ellos mismos de su experiencia en la carrera: "hay que llegar a cursar Impuestos para ver los temas importantes", "los impuestos son la única opción para el profesional independiente", "no hay más salidas que auditoría e impuestos", "el título ayuda a conseguir un trabajo en la parte administración de las empresas más grandes". 

Si recorremos los foros profesionales de las redes sociales las creencias son similares, agravadas por la queja con la falta de reconocimiento del trabajo profesional, mayoritariamente vinculado con el área de tributario, la competencia por precios con otros profesionales y una suerte de comoditización de los servicios profesionales, que incentivan a los clientes a buscar precio dado que todo parecería lo mismo.

Agregamos a eso la certeza de que todos los trabajos automatizables se van a automatizar y que lo rutinario va a ser finalmente trabajo de robots, inteligencias artificiales o magias futurísticas, en lo que se incluye por supuesto al trabajo administrativo y las liquidaciones de impuestos.

mike wazowski

Frente a este panorama, ¿cómo plantear un enfoque distinto, esperanzador, con otras salidas y otros caminos?. ¿Qué tenemos que enseñarles a los estudiantes de hoy para el mundo laboral del 2030? ¿Podemos prepararnos y prepararlos? 

Durante todo el 2020 se habló de transformación digital hasta el cansancio, refiriéndose a cuestiones diversas orientadas a usar dispositivos y medios digitales para los procesos de la empresa, pero no siempre queriendo decir lo mismo ni abarcando la profundidad del término transformación.

Es interesante retomar este tema desde el enfoque de la profesión del contador, para obligarnos a puntualizar en qué aspectos deberíamos transformarnos para diseñar un estudio contable 100% digital, desde la concepción estratégica.

Tomaremos como referencia los cinco dominios que el profesor David Rogers plantea en su libro "Guía estratégica para la transformación digital": clientes, competencia, datos, innovación y valor podemos plantear un plan de acción:

1. Desde el punto de vista de los clientes tenemos que salir de la concepción de mercados masivos donde captar clientes, a la construcción de redes de clientes y con los clientes. Debemos considerar que los clientes están conectados e interactuando permanentemente con herramientas digitales, buscando la mejor forma de satisfacer sus necesidades. Frente a este perfil de clientes, la única opción es que nuestro nombre, nuestra "marca", aparezca como su solución a problemas relacionados con nuestras incumbencias y esta sea nuestra mejor publicidad. El camino es pasar a ofrecer seguridad y confianza, y no un servicio de liquidación de impuestos. 

2. En cuanto a la competencia, en el pasado los conceptos de competencia y cooperación eran opuestos y excluyentes. Las empresas y los profesionales cooperaban entre sí o competían entre sí, pero no se concebía que pudieran hacer ambas al mismo tiempo. Los límites actualmente son más difusos y depende de las circunstancias, se puede cooperar con un tradicional rival directo o competir con empresas fuera de nuestra industria. Es importante analizar esta situación, para tejer redes con otros profesionales, capitalizando las fortalezas de cada uno, para construir una solución mejor, que agregue mayor valor a los clientes potenciales. 

3. Con respecto a los datos, y desde mi experiencia como analista funcional de sistemas de información y como contadora independiente, es dónde más foco deberíamos poner. Por nuestra formación, los datos siempre fueron la materia prima de nuestro trabajo. Al cambiar el soporte de los mismos, delegamos ese control a otros profesionales o, peor aún, a un sistema que nadie controla. La idea es estudiar cómo las empresas producen, analizan y estudian los datos para tomar decisiones. Y acá tenemos por delante dos grandes desafíos: por una lado, cambiar el enfoque con respecto a la captación de datos y por el otro, gestionar nuestros estudios contables como una empresa, explotando los datos generados. 

Tradicionalmente los datos se generaban a partir de la ejecución de los procesos de la empresa. Ahora los datos se generan en todo momento y lugar, sin estructuras, sin intervención de la empresa para guardarlos en forma consciente y el desafío es depurarlos para transformarlos en una oportunidad de negocios. De esta manera deberían ser tratados como activos estratégicos con el mismo valor o más que el de los bienes de uso. A partir del análisis de datos, se deben descubrir nuevas formas de generar valor para nuestros clientes. 

Por otro lado, debemos analizar si estamos generando y guardando todos los datos relacionados con la gestión de nuestros estudios como lo hacemos con nuestros clientes. Y en caso de no hacerlo, cómo volverlo una realidad, para tomar decisiones acerca de los servicios profesionales a ofrecer y los tipos de clientes a atender, a partir de un análisis consciente de nuestra realidad y del mercado en el que nos movemos.

4. El cuarto dominio habla de innovación y de la manera en que las nuevas ideas se desarrollan, se testean y se llevan a la práctica en las organizaciones. Es imprescindible pensar esta punto desde las metodologías ágiles. Corrernos del enfoque desde el producto final a desarrollar, para en cambio hacer foco en el diseño y el análisis de riesgo, hacia el desarrollo de un producto mínimo viable, probándolo muy rápido y midiendo resultados para seguir desarrollándolo o descartarlo y pensar otra cosa, volviendo más barato y menos traumático el fracaso de algún proyecto. El objetivo es aprender haciendo y ganar experiencia en el camino, para mejorar siempre.

5. El último de los dominios analizados para una transformación digital estratégica se relaciona con el valor que una empresa, un estudio contable o un profesional ofrece a sus clientes reales y potenciales. Históricamente, la propuesta de valor ofrecida era una constante. Podían cambiarse los procesos, las campañas de marketing, las formas de comercialización, pero no cambiaba lo que se ofrecía. Actualmente, no hay industria que no sufra el riesgo de desaparecer por la aparición de nuevos jugadores o tecnologías que reemplacen o modifiquen los bienes o servicios ofrecidos. El único seguro contra esto es la generación de propuestas de valor dinámicas que permitan una rápida adaptación. Se debe evolucionar antes que sea necesario para mantener la propuesta de valor siempre viva. 

Para una evaluación más exhaustiva de la realidad particular de cada uno en sus estudios o de sus clientes se desarrollan 9 herramientas para aplicar en cada uno de esos dominios, para construir un plan estratégico hacia la transformación digital, pero seguramente la construcción del perfil profesional del futuro pasa por trabajar mucho acerca de estos aspectos, en conjunto con una sólida formación: 

- Construcción de una marca personal, que involucre nuestra forma de presentarnos, la interacción en redes sociales, la forma en que presentamos nuestros trabajos profesionales y nuestra gestión de los clientes.

- Construcción de una red de contactos: profesionales, personales, laborales, teniendo presente que juntos, en equipo, siempre es mejor y que nadie "se salva" solo.

- Conocimiento de herramientas de análisis de datos: aprender a manipular nuestra materia prima, que no está más en comprobantes y papeles para obtener de ahi nuevas oportunidades de negocio para nosotros y nuestros clientes.

- Conocimiento de herramientas de automatización de procesos: para ganarle la carrera a la obsolescencia del trabajo administrativo, delegándolo en las máquinas que siempre debieron haberlo hecho.

- Aplicación de metodologías ágiles al trabajo de nuestros equipos de trabajo y los de nuestros clientes, para brindarle autonomía a los equipos y delegar todo lo delegable. 


Para la realidad de la mayoría de los colegas en la actualidad, en un mes que para los que se dedica a impuestos vence todo, todo junto, podría ser una utopía lejana, pero no lo es tanto y basta ver algunas de las tecnologías que se están usando en la vida cotidiana para ver las posibilidades disponibles. 

Como se dice usualmente que lo urgente no tape lo importante y tratemos de bloquear un rato en la agenda para ir analizando estos puntos y modificar nuestras formas de trabajar. 

Aprovechemos las oportunidades de la época para hacer sólo el trabajo que nos hace humanos.